Una vez sepamos cual es el casco necesario para el tipo de bici y uso que vamos a hacer de la misma, debemos tener en cuenta el tallaje del casco y probárnoslo. Para conocer la talla de casco adecuada debemos medir la circunferencia de la cabeza desde la frente hasta la parte más ancha. Cuando se tenga la medida habrá que acudir a las tablas de talla de cada fabricante para saber qué talla se ajusta a esa medida.
Además se recomienda probarse el casco, al hacerlo debemos cercióranos de que el casco no se mueve y se ajusta lo necesario sin apretarnos. Por otro lado, el casco debe de colocarse en posición recta con respecto a las cejas y la frente.
En cuanto a los colores del casco son mejores aquellos de colores llamativos como el rojo o los que incorporen elementos reflectantes para que seamos mejor vistos en horas de poca luz.
Los cascos de una sola pieza, es decir, los que tienen la carcasa exterior directamente modelada sobre el material del interior son más seguros que los que están formados por estas dos piezas separas y pegadas, ya que es posible que ante un impacto fuerte una de las dos partes se desprenda. Además, los cierres de tipo clic son más prácticos a la hora de quitarse y ponerse el casco más rápidamente.
También, recuerda que todos los cascos deben tener el logo de certificado de la normativa europea. Y ten en cuenta que los cascos deben cambiarse en un periodo de unos cinco años, ya que el polietileno se expande con el tiempo y pierde su efectividad. Lo mismo sucede cuando el casco sufre el impacto de un golpe fuerte por ejemplo, tras una caída, ya que los materiales pierden tensión y no protegen bien.
Por último ¡Diviértete!