Garaje: Uno de los sistemas más seguros para proteger tu moto, es hacer que duerma en garaje vigilado. Los ladrones también pueden acceder a ellos, pero sin duda será mucho más difícil robar en un parking con vigilancia que en la calle.
Bunker: Este es un sistema complementario al garaje. Se trata de una plataforma para situar dentro de un parking cubierto, ya que irá anclada al suelo. Enganchas la moto a la misma y queda fijada de tal manera que no puede moverse a menos que tengas la llave. Es un sistema muy caro (alrededor de los 800€), por lo que solo vale la pena en caso de conducir una moto de alta gama.
Seguro de moto: No es un sistema antirrobo por sí mismo (y además es obligatorio simplemente para circular), sin embargo te aconsejamos que contrates tu seguro de moto con la garantía de robo, para que, en caso de que ocurra lo peor, puedas contar con el apoyo de tu compañía para hacer frente a los gastos extra a los que te tendrás que enfrentar.
Alarmas: Son bastante más habituales en coches que en motos, pero este sistema es un clásico y suele funcionar bastante bien. Cuando el ladrón intenta llevarse el vehículo, la alarma saltará y, al hacer ruido, llamará la atención de la gente de alrededor y de la policía que se encuentre cerca, por lo que es probable que el malhechor en cuestión, decida no llevársela finalmente.
Cadena de acero cementado: Son la evolución de las cadenas clásicas. Articuladas y con eslabones extremadamente pesados. Son muy difíciles de romper (se necesitan cizallas especiales, por lo que si deciden robar la moto cortándola, significa que ha sido algo planeado y no fruto de la casualidad). El problema es que al ser tan pesadas son algo incómodas de llevar.
Horquillas: Se trata de un sistema que impide el giro de la rueda. Son útiles si el ladrón pretende llevarse la moto rodando, sin embargo, si van en un camión y lo que quieren es cargarlas, no servirá de mucho.
Antirrobos de disco: Parecidos a las horquillas por sistema. Pinzan el disco de freno con lo que la moto queda inmovilizada, son ligeros y muy fáciles de transportar, sin embargo no evita que puedan alzar el vehículo y cargarlo en un camión o furgoneta.
GPS: Tampoco te ayudará a evitar el robo, pero sí a localizar tu vehículo después del incidente.