Cómo preparar tu vivienda para alquiler

Si quieres poner en alquiler tu vivienda pero no sabes cuál es la mejor manera de hacerlo, en este artículo encontrarás todas las respuestas. Te mostramos las claves que te ayudarán a conseguir inquilinos, obtener una buena rentabilidad y evitar problemas mientras dure el contrato.

Como sabes, el aspecto de la vivienda es clave tanto para conseguir inquilino como a la hora de fijar el precio del alquiler.

En la mayoría de ocasiones, no son necesarios grandes cambios ni reformas complejas. Basta revisar ciertas cuestiones básicas (fontanería, electrodomésticos…) y hacer algunas mejoras estéticas. Los aspectos más importantes que debes tener en cuenta son los siguientes:

  • Pintura. Sin lugar a dudas, una vivienda recién pintada resulta mucho más atractiva para potenciales inquilinos. Es importante que no te olvides de los techos, especialmente en la cocina y el baño, ya que los humos y vapores suelen deteriorar la pintura con mucha mayor rapidez. Además, trata de elegir colores neutros y claros, especialmente si el piso no tiene mucha luz.
  • Reparaciones de fontanería. Los grifos oxidados, que cierran mal o que gotean dan muy mala imagen a la hora de alquilar una vivienda. En estos casos, vale la pena que los sustituyas por un modelo nuevo. Por una mínima inversión, podrás mejorar tus opciones de conseguir inquilino.
  • Electrodomésticos. Hoy en día tenemos en el mercado electrodomésticos de calidad razonable a precios muy competitivos. Por tanto, no merece la pena que tu vivienda tenga una nevera en mal estado o una lavadora que se estropea continuamente. Por otra parte, intenta que los electrodomésticos se encuentren perfectamente limpios; una campana extractora llena de grasa da una pésima imagen de cara a potenciales inquilinos.
  • Mobiliario. Si quieres alquilar una vivienda amueblada, asegúrate de que todos los muebles están en buen estado y perfectamente limpios. Además, si se han quedado anticuados, podrías plantearte cambiarlos. Como sabes, hoy en día es muy fácil amueblar un piso por poco dinero y con un resultado estéticamente atractivo. Intenta no sobrecargar la vivienda, sobre todo si no es muy amplia, y elige muebles de tonos neutros y líneas sencillas.

En algunos casos, las pequeñas reparaciones pueden no ser suficientes para preparar tu vivienda para alquiler.

Por ejemplo, si el baño se ha quedado muy anticuado o la cocina está bastante deteriorada, puede merecer la pena que te plantees una reforma. Sin duda, estas dos estancias son las que más rápido acusan el paso del tiempo y, en consecuencia, las que más agradecen una reforma.

No obstante, en algunos casos podría ser interesante acometer una reforma integral. Aunque la inversión sea considerable, puede marcar una gran diferencia a la hora de fijar el precio de alquiler.

A la hora de alquilar tu vivienda, hay dos aspectos de vital importancia: la elección del inquilino y la redacción del contrato.

En ambos casos, debes tratar de proteger tus intereses y cubrirte frente a futuros problemas, especialmente la falta de pago, daños en la vivienda, etc.

Plantéate qué garantías vas a exigir al inquilino parar firmar el contrato, tales como nóminas o contrato de trabajo. Estudia varios modelos de contratos de alquiler y asesórate sobre las exigencias legales en tu comunidad autónoma. En definitiva, intenta reducir el riesgo del contrato.

Como ya sabrás, aunque tomes todas las precauciones necesarias, es imposible evitar la eventualidad de que el inquilino deje de pagarte. Es un riesgo que debes asumir al poner tu vivienda en el mercado.

Sin embargo, hay formas de minimizar o, incluso, cubrir este riesgo.

En primer lugar, como decíamos en el apartado anterior, es imprescindible realizar una buena selección de inquilino y firmar un contrato con todas las garantías legales.

Pero, además, existe una herramienta de gran utilidad para el propietario, que muchas veces pasamos por alto: el seguro de impago de alquiler.

Estas pólizas te cubren frente a cuestiones como la falta de pago de la renta o la reparación de daños por actos vandálicos. Además, pueden también ofrecerte asesoramiento jurídico durante el período de alquiler, entre otras coberturas.

Como has visto, no es difícil preparar tu vivienda para alquiler y tomar algunas precauciones parar reducir el riesgo de impago. Sin duda, merece la pena que dediques algún tiempo a estas cuestiones. Así podrás conseguir una mayor rentabilidad en el arrendamiento y evitar problemas futuros.

¡Comparte en tus redes!