5 pueblos que visitar en la sierra de Gata

De una riqueza natural excepcional, Sierra de Gata es una comarca que se sitúa al noroeste de la provincia de Cáceres, limítrofe con Salamanca y Portugal. Entre sus municipios se encuentran verdaderas joyas arquitectónicas y, además, cuentan con piscinas naturales que hacen las delicias del turista en verano. En concreto, os proponemos 5 pueblos que visitar en la Sierra de Gata, todos ellos nombrados Bien de Interés Cultural con categoría de Conjunto Histórico Artístico: Robledillo de Gata, Hoyos, Trevejo, Gata y San Martín de Trevejo.
Fronteriza con Salamanca y Las Hurdes, esta localidad cuenta con una arquitectura pintoresca, muy personal, que la hace única. Las casas, de tamaños dispares y materiales rústicos, se dibujan en un marco natural de excepción. La Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, del siglo XVI, destaca por su singularidad: presenta una atípica planta hexagonal, un gran pórtico de rueda y una sacristía con artesonado mudéjar. Además de perderse por las calles del casco histórico, uno de sus mayores atractivos es el museo del aceite, también llamado Molino del Medio.
Sede de la Mancomunidad de Municipios de Sierra de Gata, durante años fue residencia veraniega de nobles y obispos y, por ello, presenta un importante interés artístico. En el interior de la Iglesia del Buen Varón (siglos XII y XIII), de portadas románicas y góticas, se encuentran los restos del Obispo de Coria Álvarez de Castro, asesinado por los franceses en su casa de Hoyos durante la Guerra de la Independencia. En este municipio existen también las ruinas del Convento Franciscano del Espíritu Santo, del siglo XVI, construido por la orden de Pablo Pérez, hijo de la localidad, que acompañó a Pizarro en la conquista de América.
Entre las joyas de esta pequeña localidad, pedanía de Villamiel, se encuentra un castillo del siglo XII, construido sobre una fortaleza musulmana por encargo de la Orden del Temple. Con el paso del tiempo, perteneció también a la Orden de Santiago y a la de Alcántara, hasta que fue arrasado por los franceses en la Guerra de Independencia. Otros vestigios que han sobrevivido al paso de los siglos son la torre del homenaje y parte de su muralla. A sus pies se encuentran la pequeña parroquia de San Juan Bautista y su torre-espadaña, ambas del siglo XVI y declaradas Bien de Interés Cultural. Alrededor de ellas hay dispersas tumbas antropomórficas talladas en roca.
Este municipio atesora un rico legado en arquitectura popular, en el que destacan sus casas altas, el castillo de Almenara, el ayuntamiento, un palacete, el palacio de la Plaza de las Órdenes y fuentes. También cuenta con monumentos religiosos como la Iglesia de San Pedro, de 1508, y la ermita del Cristo del Humilladero, del siglo XVI. Junto a estas joyas de la historia, también podrás disfrutar de la belleza natural de este enclave, coronado por robles, pinos, castaños y por peñas de granito, y enmarcado por un mosaico de olivares cerca del río Rivera de Gata.
Con un importante pasado histórico, se calcula que la fundación de esta localidad tuvo lugar alrededor del siglo IV. Repoblado en el siglo XII por gentes del antiguo reino de León y del de Galicia, se cree que fue entonces cuando nació su propia lengua, denominada “a fala” o “mañegu”. En este municipio se conservan numerosos monumentos en buen estado. Ejemplo de ello son, entre otros, la Iglesia de San Martín de Tours, el convento de San Miguel, diversas casas-palacio situadas en el casco antiguo, la ermita de la Cruz Bendita, la Plaza Mayor porticada y su fuente central. Una singularidad de San Martín de Trevejo es que numerosos regueros de agua recorren sus calles.
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