Beneficios de un seguro de esquí

Si eres aficionado a esquiar, practicas snowboard, o quieres iniciarte en estos deportes de invierno, no deberías olvidarte de contratar un buen seguro de esquí. Por un mínimo coste, estarás cubierto frente a casi cualquier incidencia que te ocurra en la montaña. Te contamos todos los detalles en este artículo.

Ahora que estamos en plena temporada para esquiar, y sobre todo si eres principiante en este deporte, es importante que seas consciente de los riesgos que puede conllevar.

Por supuesto, no se trata de ser catastrofista ni pecar de pesimismo, pero conocer los posibles riesgos es la mejor forma de evitarlos.

Como sabrás, las caídas, los choques y las lesiones de todo tipo son bastante habituales en deportes como el snowboard y el esquí.

Sin duda, la mejor forma de evitar disgustos es iniciarte en la práctica del esquí con un instructor cualificado. Además, elige siempre pistas adecuadas a tu nivel y procura no obstaculizar la circulación de otros esquiadores.

Si tienes en cuenta estas precauciones básicas y te mantienes alerta en todo momento, evitarás la mayoría de accidentes, que se producen casi siempre por distracciones o por imprudencias.

De todos modos, como cualquier otra actividad, y más teniendo en cuenta sus características propias, el esquí conlleva siempre unos riesgos que no podemos ignorar. De ahí la conveniencia de contratar un buen seguro de esquí que pueda dar cobertura a todas estas situaciones.

Muchos esquiadores creen que el seguro incluido con el forfait y otros pases de esquí ya ofrecen cobertura suficiente para la práctica de estos deportes.

Sin embargo, te aconsejamos que leas detenidamente las cláusulas de ese tipo de pólizas, ya que lo más habitual es que sus coberturas sean extremadamente limitadas.

Así, muchas veces, estos seguros vienen a ser simples seguros obligatorios de viajeros, que se limitan a cubrir los posibles daños sufridos en el uso de los remontes.

En algunas estaciones es posible que te ofrezcan otras variantes del seguro de forfait que incluyan ciertas coberturas adicionales. Sin embargo, en aquellos casos en que te decidas por una póliza razonablemente completa, los precios del seguro suelen dispararse. Ten en cuenta que estarás en una posición en la que no podrás elegir entre diferentes aseguradoras ni comparar precios, por lo que es habitual que los importes sean elevados.

Por este motivo, lo más conveniente es que contrates tu seguro de esquí con antelación. Así podrás elegir exactamente la modalidad de póliza que mejor se adecue a tus necesidades y, además, pagar un precio considerablemente inferior (hay buenas opciones desde tan solo 14 euros).

 

Como es lógico, hay muchas modalidades de seguro de esquí y snowboard, cada una con sus propias coberturas. Lo importante es que la póliza se adapte lo mejor posible a tus necesidades y a la actividad concreta que vayas a realizar.

En cualquier caso, las más habituales son coberturas como las siguientes:

  • Gastos médicos, tanto en España como en el resto de Europa. El importe cubierto variará en función de la modalidad de póliza que contrates. Debería incluir también los costes de hospitalización, cirugía y gastos farmacéuticos.
  • Repatriación, en los casos de enfermedad, accidente o fallecimiento.
  • Rescate en pistas, ya que en muchos casos esto puede suponer un desembolso realmente importante.
  • Es también interesante que te plantees contratar la cobertura de responsabilidad civil, ya que no es infrecuente que puedas causar daños a terceros en caso de accidente.
  • De forma complementaria, algunos seguros de esquí ofrecen también la cobertura del coste del forfait o de las clases que no hayas disfrutado.
  • Por último, la póliza puede incluir otras coberturas típicas de los seguros de viaje, como la pérdida o destrucción de equipaje, demoras, estancias en hotel, desplazamiento de familiar o acompañante, etc.

Hoy en día, la contratación de un seguro de esquí es realmente rápida y sencilla. Bien sea a través de un formulario online o por vía telefónica, bastan unos minutos para poner en marcha la tramitación del seguro, realizar el pago y empezar a disfrutar de sus coberturas.

En cualquier caso, te aconsejamos que, cuando vayas a iniciar tu viaje, lleves contigo los principales datos de la póliza así como la información de contacto, por si tuvieses que hacer uso del seguro.

Ahora que ya conoces los beneficios de un seguro de esquí y lo fácil y económico que resulta, ya no tienes excusa para no contratarlo. Viajarás más tranquilo y disfrutarás mucho más de la montaña. ¿No crees?

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