Qué ver en Hamburgo en tres días

La acaudalada ciudad a orillas del río Elba es una de las más bonitas de Alemania y tiene mucho que ofrecer al visitante

El viejo continente está lleno de rincones con historia, lugares que, como Hamburgo, esconden un sinfín de cosas que ver y hacer más allá de las grandes capitales. Este destino está considerado una de las ciudades más bonitas de Alemania, no en vano, es una urbe que ha sabido reinventarse con el tiempo hasta convertirse en una opción cada vez más popular entre los viajeros que buscan salirse de las rutas más afamadas.

¿Sabías que la banda de rock más popular de todos los tiempos, The Beatles, alcanzó su mayoría de edad allá por la década de los 60 en los locales de Hamburgo? Pues no es la única curiosidad que esconde la historia de una ciudad cuna de marineros y comerciantes. Su pasado multicultural ha dibujado una urbe vibrante y llena de contrastes con un amplio abanico de lugares que visitar, incluso, si solo dispones de unos días o, sencillamente, estás pensando en hacer una ruta por el país germano. 

La organización es básica en cualquier viaje ya sea una escapada a Berlín, un fin de semana en Mallorca o una ruta de cuatro días por el sur de Francia. Tener claros aquellos lugares que visitar es todo lo que necesitas para optimizar al máximo tu escapada aunque, tampoco está de más, contratar un buen seguro de viaje que te permita afrontar cualquier situación inesperada sin complicaciones.

Una vez garantizada tu tranquilidad ¿cuáles son las cosas imprescindibles que ver en Hamburgo? ¿Por dónde empezar? La Estación Central de Hamburgo es un buen punto de partida, sobre todo, si llegáis a la ciudad en transporte público. A pocos minutos está el Ayuntamiento de la ciudad (Rathaus) que tiene una historia de lo más peculiar y es que, tras ser destruido por un incendio a mediados del siglo XIX tardó más de cuatro décadas en ser reconstruido. Además del propio edificio, merece la pena perderse por sus alrededores, calles llenas del encanto propio de esta ciudad portuaria.

Y es que el puerto de Hamburgo es otra de las cosas que ver en la primera jornada, sobre todo, por sus dimensiones (es uno de los más grandes del mundo) y por su ubicación privilegiada que le ha valido el apelativo de ‘la Puerta de Alemania’. Pero el río Elba esconde otro atractivo: el llamado Alter Elbtunnel, a 25 metros de profundidad del propio río y considerado toda una obra maestra de ingeniería. La visita por este túnel peatonal es gratuita y el paseo por sus apenas 500 metros de longitud una de las cosas que hacer más recomendables.

Para completar la jornada, hay que visitar la catedral de Saint Michelle (también gratuita), icono de la ciudad. Su mirador a más de cien metros de altura, es todo un espectáculo aunque subir a él para contemplar la panorámica de la ciudad cuesta alrededor de 5€.

Si piensas viajar con niños a Hamburgo el punto de partida de la segunda jornada en una de las ciudades más bonitas de Alemania no puede ser otro que Miniatur Wunderland. Este pequeño mundo en miniatura crece con los años y no es extraño que una visita pensada para un par de horas termine alargándose mucho más.

Con independencia del tiempo que dediques a este ‘mundo a escala reducida’, hay otros muchos sitios que ver si no dispones de mucho tiempo para tu viaje. El Hafen City, por ejemplo, es la zona más moderna de la ciudad, una antigua área industrial salpicada de canales que ha sabido convertir su esencia en un atractivo turístico reinventándose hasta convertirse en un ejemplo de vanguardia urbanística. Y si aún no has agotado la jornada, la última foto tienes que tomarla en el puente de Lombard Brücke que cruza el Binnenalster, uno de los dos lagos de la ciudad. 

 

Plaza del mercado de Hamburgo

La última jornada te proponemos dedicarla a algunos de los rincones más singulares de la ciudad que no puedes dejar de visitar antes de regresar al hogar. El viejo mercado del pescado, el Deutsches Schauspielhaus (uno de los principales teatros de Hamburgo), el tierpark Hagenbeck (un zoológico con más de un siglo de historia) o el Ballinstadt (museo de la Emigración) son algunas de las cosas que ver en esta última jornada en la ciudad germana.

Pero si aún tienes tiempo y energías, nada como reservar la noche para conocer Sant Pauli. Es la zona alternativa por excelencia, llena de locales, discotecas, bares y restaurantes, pero también la conocida como el barrio rojo. Si has paseado por su homólogo en Ámsterdam verás que tienen ciertas similitudes ya que, en la llamada calle de la prostitución, las mujeres se exhiben como en la ciudad holandesa. Eso sí, a diferencia de Ámsterdam, en el barrio rojo de Hamburgo está vetado el acceso a las mujeres.

Barrios restaurados, tiendas eróticas, salas de conciertos… Como ves, Hamburgo es un destino que no defrauda, con multitud de cosas que hacer tanto si piensas pasar una semana, como si tu intención es hacer una escapada. Sucumbe a los encantos de una de las ciudades más bonitas de Alemania y asegúrate de que nada arruina tus planes contratando un buen seguro de viaje.

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