Visita el Tesoro de Petra: ciudad arqueológica

Los países musulmanes están llenos de atractivos que son, en buena medida, fruto de una cultura que poco tiene que ver con lo que acostumbran a ofrecer los destinos de occidente. Visitar Jordania es una de las opciones que tienes a tu disposición para conocer de primera mano los encantos de una tradición que se ha forjado durante miles de años. El Mar Muerto, Betania o el Mar Rojo son sólo algunos de los puntos clave que puedes incluir en tu viaje a Jordania en el que, como no podía ser de otra manera, habrás de reservar un lugar muy especial para visitar Petra.

Considerada una de las siete maravillas del mundo, está ciudad arqueológica, también conocida como la ciudad rosada, esconde innumerables escenarios capaces de cautivar por su belleza y singularidad. Imponentes templos, tumbas esculpidas por los nabateos, el estrecho cañón del Siq o el popular Tesoro de Petra  son algunas de las ‘perlas’ que podrás contemplar a la hora de visitar Jordania.

También llamada la ciudad perdida, Petra se ha ganado a pulso su puesto entre las maravillas del mundo. Su origen data de la época de los nabateos, en torno al siglo VII a.c., pero tras el abandono de la ciudad en la Edad Media, esta permaneció ajena al mundo hasta que a principios del siglo XIX,  fue redescubierta por los occidentales. Su curiosa ubicación, a medio camino entre el golfo de Aqaba y el Mar Muerto, en un valle flanqueado por altas montañas al que se accede a través del desfiladero del Siq, contribuyeron a su fama de ciudad perdida.

La zona esconde, sin embargo, multitud de atractivos que no se limitan únicamente al llamado Tesoro de Petra. Si tu visita a Jordania pasa por reservar una jornada a las ruinas de Petra, el acceso al Tesoro te permitirá contemplar la espectacular garganta del Siq, 1200 metros de espectacular belleza en forma de desfiladeros. Visualizar lo que viene a continuación será suficiente para convencerte de que has acertado con la elección de tu viaje y es que, el Tesoro de Petra es uno de los mejores templos de la ciudad perdida. Pese a que la densidad de turistas suele ser importante, las impresionantes vistas compensarán cualquier agobio.

Tras sucumbir a la belleza del Tesoro de Petra disfrutarás de la calle de las fachadas, un enclave que aglutina multitud de tumbas que, entre otras cosas, te dará acceso (tras una ruta de senderismo) al llamado altar de los sacrificios. El teatro nabateo, la calle columnada, Qasr al-Bint o las tumbas reales completarán el elenco de ruinas de Petra que no puedes dejar de visitar en Jordania.

¿Tus planes van más allá de las ruinas y el Tesoro de Petra? Entonces seguro que tu viaje será espectacular si incluyes en la ruta otros enclaves como el desierto de Wadi Rum, la experiencia de flotar o darte un baño de barro en el Mar Muerto, conocer el enclave arqueológico de Betania a orillas del río Jordán o apostar por una jornada de buceo en el Mar Rojo.

Tesoro de Petra- Ciudad arqueológica
Una vez decidido qué ver en Jordania (más allá del Tesoro de Petra o el Mar Muerto) es momento de tener en cuenta ciertas consideraciones. Como en otros países musulmanes, la cultura árabe impone normas que debes conocer y respetar para evitar problemas, sobre todo, en términos de vestimenta o tradiciones. No obstante, no todo se reduce a una cuestión cultural y es que, más allá de la tradición forjada a lo largo de miles de años, hay otros aspectos interesantes a valorar.

Antes de emprender tu viaje habrás de tramitar un visado a Jordania que puede tramitarse previamente o, incluso, obtener un visado turístico en el Aeropuerto de Amán ‘Reina Alia’ y otros pasos fronterizos del país. Además, si estás pensando cuál es el mejor momento para viajar, tienes que conocer las particularidades de Jordania y su clima y es que, las altas temperaturas son protagonistas entre mayo y septiembre. El clima más suave lo encontrarás entre finales de marzo y mediados de mayo y también a principios de octubre, aunque a finales de este mes puedes encontrarte fuertes lluvias. El invierno es frío, sobre todo en el norte, aunque en la zona de los valles del Jordán y de Wadi Araba, la costa del Mar Muerto y las inmediaciones del Mar Rojo es mucho más suave.

Junto al hecho imprescindible de estar al día en materia de seguridad en Jordania, la última de las recomendaciones para visitar este país árabe y una de las maravillas del mundo pasa por dejarte seducir por la comida jordana. No es sólo que puedas comer barato sino que, además, a través de sus platos típicos te acercarás, aún más, a la riqueza del país. Cultura, naturaleza y gastronomía ¿qué más se puede pedir?

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