Guía de viaje por los reinos de la literatura

A través de la literatura no sólo se pueden vivir otras vidas, sino también visitar cualquier lugar. Y no son pocos los lugares que merece la pena conocer a los que sólo se puede llegar a través de las páginas de los libros. Os proponemos una pequeña ruta por algunos de estos reinos que existen gracias a la imaginación de los escritores a los que viajar a través de las páginas de sus novelas.
Cómo llegar: A través de las páginas de ‘Veinte mil leguas de viaje submarino’, de Julio Verne.

Principales atractivos: Mientras los expertos siguen buscando el consenso en torno a si la Atlántida existió realmente o no, los amantes de la mitología podrán embarcarse en el Nautilus, comandado por el capitán Nemo, y navegar hasta toparse con las impresionantes ruinas de esta civilización de la ya hablaba Platón en sus ‘Diálogos’: los impresionantes vestigios de templos, acueductos y un gran partenón darán al visitante una idea de su esplendor de antaño.
Cómo llegar: Se desciende a través de una madriguera en el primer capítulo de ‘Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas’, de Lewis Carroll.

Principales atractivos: Dominado por la Reina de Corazones, en este país nos encontraremos animales parlantes, sombrereros locos, bebidas que encogen el cuerpo, alimentos que lo agrandan y un montón de juegos y aventuras. Un universo que responde a su propia lógica y que hará las delicias de viajeros de todas las edades.

Cómo llegar: Leyendo ‘Los viajes de Gulliver’ de Jonathan Swift. Es la siguiente parada después de visitar los reinos de Liliput, tierra de habitantes minúsculos, y Brobdingnag, tierra de gigantes.

Principales atractivos: Esta isla flotante con sonoro nombre y base de diamante es la única del mundo que puede desplazarse en el aire gracias a una fuerza magnética. Está poblada por científicos e intelectuales, quizá demasiado absortos en sus pensamientos (necesitan de criados que los espabilen para volver a conectar con la realidad) y gobernada por un rey al que el mejor no enfadar: su catálogo de castigos incluye dirigir la isla hacia lugares donde no brilla el sol.

Cómo llegar: A través de la novela ‘1984’ de George Orwell.

Principales atractivos: Aunque no se trate de un destino vacacional idílico, visitar un país distópico es algo que merece la pena hacer al menos una vez en la vida. El más grande de los tres superestados que imaginó Orwell en su célebre novela está permanentemente en guerra (no en vano ‘La guerra es la paz’ es uno de los lemas del partido que gobierna) y la libertad brilla por su ausencia, ya que todo lo vigila El Gran Hermano.

Cómo llegar: Dejándose llevar por la ‘Historia de Sainville’, del Marqués de Sade.

Principales atractivos: Si la visita Eurasia ha resultado una dura experiencia, quizá sea el momento de buscar el contraste y poner rumbo a la utopía. ¿Qué tal unos tranquilos días en la idealizada isla de Tamoe? En Tamoe reina la igualdad y la tolerancia, no existe la propiedad privada ni la delincuencia, todo el mundo es feliz y el buen príncipe gobierna en beneficio de todos. No suena mal, ¿verdad?
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