Modelos de fin de contrato de alquiler de vivienda: un documento útil y sencillo

Aunque la ley no exige expresamente firmar un documento cuando se finalice el alquiler de una vivienda, es un trámite muy recomendable para evitar problemas en el futuro. En este artículo te explicamos cómo redactar un modelo de fin de contrato de arrendamiento de forma sencilla y eficaz.

Como decíamos al inicio, la ley no exige firmar ningún acuerdo al terminar un contrato de arrendamiento. No obstante, al igual que el seguro de impago de alquiler  y otros trámites voluntarios, este documento es muy útil para prevenir problemas futuros.

En este sentido, el documento de fin de contrato de alquiler de vivienda recoge por escrito la finalización de la relación contractual, así como el estado de los derechos y obligaciones entre las partes. En particular, es interesante plasmar la existencia o no de deudas pendientes, cantidades a liquidar, fianza, estado del inmueble, etc.

Se trata, por tanto, de clarificar toda una serie de cuestiones vinculadas con la terminación del contrato sobre las que existe acuerdo entre las partes, para evitar posteriores reclamaciones o desacuerdos.

Este documento puede utilizarse en cuatro posibles situaciones de terminación del contrato de arrendamiento:

  • Cuando se cumpla la duración del contrato. Esta es la situación habitual, en la que muchas veces no se redacta un documento específico de fin de contrato. No obstante, como decíamos antes, es muy recomendable hacerlo.
  • Terminación de mutuo acuerdo antes de cumplirse el período previsto.
  • Finalización a solicitud del inquilino, en aquellos casos en que no quiere continuar con el arrendamiento.
  • Finalización a solicitud del propietario, por ejemplo si quiere utilizar el inmueble para uso propio, si se han producido impagos, etc.

Con carácter general, existen dos posibilidades a la hora de redactar un modelo de fin de contrato:

  • Acuerdo de terminación de contrato de alquiler con liquidación. Este es el caso habitual, donde la relación entre arrendador y arrendatario finaliza por completo, sin que quede pendiente ninguna obligación para las partes. Con este acuerdo se expresa la conformidad de propietario e inquilino con la terminación del alquiler de la vivienda, sin que procedan posteriores demandas por este tema.
  • Acuerdo de terminación de contrato con retención de fianza. En este caso, aunque se firma el fin del contrato, no concluye totalmente la relación entre inquilino y propietario, pudiendo quedar obligaciones pendientes. Es el caso, por ejemplo, de la imposibilidad de cuantificar los importes (recibos pendientes, facturas en tramitación, etc.) en el momento de la terminación del arrendamiento, o bien porque no se ha conseguido llegar a un acuerdo al respecto.

Este documento debe recoger los siguientes elementos:

  • Lugar, fecha e identificación de arrendador y arrendatario.
  • Exposición del hecho de terminación del contrato, indicando la causa.
  • Estado del inmueble.
  • Obligaciones pendientes (mensualidades de alquiler, daños o desperfectos, recibos de suministros, etc.).
  • Liquidación de dichas obligaciones, destino de la fianza y saldo resultante.
  • Acuerdo de extinción del contrato de arrendamiento.
  • Lugar, fecha y firma.

La utilización de un modelo de fin de contrato de alquiler implica una serie de ventajas para arrendador y arrendatario, de entre las que podemos destacar las siguientes:

  • Libera al inquilino de cualquier obligación respecto del contrato finalizado, en su caso.
  • Recoge en detalle el estado del inmueble a la terminación del alquiler.
  • Clarifica cualquier obligación pendiente que deban cumplir las partes, determinando su importe y plazo de ejecución.
  • Indica la forma y plazo para la devolución de la fianza, así como su eventual retención (total o parcial).
En definitiva, existen elementos totalmente opcionales en un arrendamiento, como son el documento de fin de contrato de alquiler de vivienda o el seguro de impago, que pueden marcar una gran diferencia en la práctica. Se trata, en esencia, de proporcionar a inquilino y propietario unas herramientas sencillas para evitar errores o confusiones y prevenir eventuales conflictos. Sin duda, vale la pena utilizarlas.
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