5 Ciudades de Marruecos que debes visitar

Desde ciudades imperiales como Marrakech, Fez y Rabat hasta destinos más desconocidos como Tetuan, pasando por lugares emblemáticos como Tánger… ¡Hay mucho que ver en Marruecos!

Hay lugares que con solo mencionarlos despiertan la curiosidad de cualquier viajero y Marruecos es uno de ellos. El país vecino del norte de África es, sin duda, uno de los escenarios más seductores para una escapada con amigos, un fin de semana romántico o unas vacaciones capaces de brindarte experiencia inolvidable.

Pero de entre todos los lugares en Marruecos que merecen una visita, hay algunos que destacan por su encanto y popularidad. Ciudades llenas de vida, enclaves que destilan historia, espectáculos de la naturaleza… Hay mucho donde elegir y es que Marruecos es un país de contrastes, de gastronomía, cultura y, en definitiva, un destino con personalidad propia.

¿Por dónde empezar? Como en cualquier viaje que se precie, lo primero es calibrar todo lo que hay que ver pero también los riesgos que estás dispuesto a asumir. Si tenemos en cuenta que las situaciones inesperadas pueden asaltarte en cualquier escenario, el primer paso es contratar un buen seguro de viaje. A partir de ahí, te proponemos cinco lugares en Marruecos que no te dejarán indiferente.

Hay mucho que ver en Marruecos pero, sin duda, las ciudades imperiales son uno de los destinos más populares. Esta denominación, que hace referencia a aquellas urbes que fueron o son importantes epicentros culturales y políticos del país, es motivo suficiente para plantearse aterrizar en Marrakech.

Conocida como la Ciudad Roja despierta tantas pasiones como animadversiones pero lo cierto es que tiene mucho que ofrecer. Aunque su antigua medina es uno de los enclaves más populares, también es interesante conocer otras construcciones como el Palacio Badi y el Palacio Bahía, la Mezquita Koutoubia o las Tumbas Saadianas. Además, podrás aventurarte a conocer el desierto del Sahara desde alguna de las numerosas rutas que parten desde la ciudad.

Y para los amantes de la gastronomía, nada como sucumbir a los encantos de la plaza de Jemaa el–Fnaa y sus puestos ambulantes. Aunque, eso sí, por si los embriagadores aromas y sabores te regalan una intoxicación alimentaria, no olvides contratar tu seguro de viaje trotamundos antes de partir hacia tu retiro marroquí. 

Otro de los lugares en Marruecos que no te puedes perder es Fez. Además de ser una de los enclaves más poblados del país y otra de las ciudades imperiales, puede presumir de tener la medina más grande del mundo (Patrimonio de la Humanidad desde 1981). Recorrer algunos de sus más de 300 barrios y callejones será, sin duda, una experiencia inolvidable pero mejor que sea por el recuerdo de sus encantos y no porque una eventualidad de al traste con tus planes de viaje.

Contratar un seguro de viaje aportará tranquilidad a tus vacaciones, al tiempo que te permitirá contar con la asistencia que necesites en todo momento. Pero más allá de posibles eventualidades, Fez es un escenario con un sinfín de atractivos.

Su impresionante arquitectura se revela en detalles como la Mezquita Al Karaouine, la Puerta Bab Bou Jeloud, el Palacio Real de Fez, la Plaza Seffarine o el Mausoleo (Zaouia) de Mulay Idrís II. Pero si hay algo que te llamará especialmente la atención es, precisamente, una de sus señas de identidad: sus curtidurías. Pese a lo desagradable del olor, la mezcla de tintes naturales que acompañan el proceso del cuero es, sin duda, todo un espectáculo.

No hace falta ser una ciudad imperial para convertirse en un destino perfecto en Marruecos y Tánger es un buen ejemplo de ello. Esta ciudad del norte del país también cuenta con un sinfín de rincones que ver, muchos de ellos, especialmente ideados para proporcionar una experiencia vacacional de lo más satisfactoria al visitante.

Su infraestructura turística hace de Tánger uno de los lugares en Marruecos que puede convertirse en el mejor punto de partida para conocer el país. Salpicada de monumentos, pintorescas playas y paisajes de postal, te dejará maravillado con escenarios tan singulares como el Gran Sokko, la Kasbah de Tánger y sus espectaculares vistas, el Palacio Dar el-Makzen o la Gran Mezquita, entre otros muchos.

A escasos 40 kilómetros de Ceuta se encuentra otro de los lugares de Marruecos que bien merece una visita: Tetúan. Esta ciudad apodada ‘La Blanca’, domina el valle del Oued Martil, haciendo de las cordilleras del Rif el mejor telón de fondo. Pese a no ser uno de los destinos turísticos más populares  ¿sabías que su casco histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco?

La historia ha cincelado el paisaje de una ciudad que, durante siglos, bebió de multitud de influencias culturales, principalmente, marroquí, andaluza, otomana y alguna otra europea. Así lo refleja la arquitectura de sus barrios, un paisaje de contrastes que no te puedes perder con enclaves tan singulares como las casas de los aristócratas árabes, la medina y sus siete puertas de acceso,  la Plaza Hassan II o el Palacio del Jalifa. 

Si tu espíritu aventurero te brinda la oportunidad de recorrer el país vecino durante varios meses, la ruta no puede dejar de incluir a la capital: Rabat (ni tampoco un seguro de viaje trotamundos que garantizará la tranquilidad de tus vacaciones a partir de 90 días). La ciudad de los jardines es uno de los lugares de Marruecos más urbanitas, una extraordinaria mezcla de tradición y modernidad.
La Torre de Hassan (el minarete de la que, según sus promotor, iba a ser la mezquita más grande del mundo), la Kasbah de los Oudaya, la Medina de Rabat (declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO en 2012), la necrópolis de Chellah, el Palacio Real, la Ciudad Moderna o el Mausoleo de Mohamed V, son solo algunos de los atractivos que tienes que ver en la capital. Y por si esto no fuera suficiente… ¡Podrás disfrutar de alguna que otra jornada de playa en la costa atlántica de Rabat! ¿Qué más se puede pedir?
Rabat, Marruecos
Pon a punto tu capacidad negociadora en tus paseos por los zocos, alimenta a los sentidos con paisajes de cuento y recetas tradicionales como el cuscús, el tajin o los pasteles árabes, sumérgete en otra cultura y no olvides contratar un seguro de viaje trotamundos para hacer que la experiencia sea inolvidable.
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