Diez cosas que hay que hacer en Oporto

Una expresión típica de Portugal dice que “Lisboa gasta, Coimbra estudia, Braga reza y Oporto trabaja”, también es común escuchar que Oporto tiene cierto aire británico desde que se asentaron en la ciudad los comerciantes de vino ingleses.

Sean verdad o no estas afirmaciones, lo cierto es que la ciudad de la desembocadura del Duero es un destino ideal para una escapada de fin de semana o puente. Estas son diez cosas que debes hacer si viajas a esta bella población lusa.

El Duero es el protagonista absoluto de Oporto. Su caudal es allí tan grande que es perfectamente navegable. Por entre 10 y 12 euros podremos montar en uno de los barcos que atraviesan los seis puentes de la ciudad y llegan hasta la confluencia del río con el Océano.
Las mejores vistas de la ciudad están a 240 escalones del suelo, concretamente los que suben por la torre de los Clérigos. Esta construcción barroca se encuentra en el casco antiguo y su altura supera los 75 metros.
No hace falta ser un lector empedernido para quedar maravillado por la librería Lello Irmão, que siempre aparece en las listas entre las más bellas del mundo. Como curiosidad, cuentan que la escritora de Harry Potter, J.K. Rowling, se inspiró en sus escaleras para diseñar las de Howarts, la famosa escuela de magos.
Oporto vive en un equilibrio entre presente y pasado, así lo demuestra su vetusto sistema de tranvías. Montar en ellos es toda una experiencia que nos permite viajar en el tiempo por el precio de un billete sencillo.
Vista panorámica de Oporto
Estas tortitas de crema, cuya receta original es secreta, son toda una delicia. Puedes degustarlas en cualquier pastelería de la ciudad, así como en muchas de sus cafeterías.
Este puente conecta Oporto con Vila Nova de Gaia, que forma parte del área metropolitana de la primera. Fue inaugurado en 1886, cuando el comercio de la ciudad lusa era un sector en pleno crecimiento. No te pierdas las vistas que se obtienen desde su plataforma superior.
Una vez en Vila Nova de Gaia, la mejor forma de redondear nuestro paseo es acudir a una o varias de las bodegas que se sitúan allí. Por un módico precio podremos asistir a una visita guiada y a la cata de vinos típicos de Oporto posterior.
Inaugurado en 1921, el café Majestic ha sido a lo largo de todos estos años un punto de encuentro de literatos, pintores e intelectuales en general. Cuentan que la escritora J.K. Rowling escribió en sus mesas buena parte del libro “Harry Potter y la Piedra Filosofal”, con el que abrió su exitosa saga.
La tradición cristiana de la ciudad se hace evidente por el notable número de iglesias que encontramos en las calles de Oporto. Todas tienen en común los preciosos azulejos que adornan sus fachadas. Entre las más populares destacan: la iglesia de San Francisco, la iglesia del Carmen, la capilla de las Almas y la iglesia de San Ildefonso.
Capilla de las almas
Después de una larga jornada de turismo, qué mejor forma de reponer fuerzas que engullendo una bomba calórica como es la Francesinha. Esta especie de sándwich combina varias tipos de carne y embutidos (jamón cocido, mortadela, filetes de ternera o cerdo), con queso y un huevo frito (no siempre). Todo ello bañado con una salsa picante hecha a partir de cerveza y tomate. Un plato muy tentador.
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