El universo de las tarifas de móvil es increíblemente complejo, sobre todo, para el común de los mortales que, habitualmente, busca la mejor tarifa móvil en el variado espectro de ofertas y promociones que las operadoras ofrecen, generalmente, al efectuar un cambio de compañía. La elección ya es todo un reto pero, superada la fase de elegir cuál de todas las tarifas de móvil se adapta más a tus necesidades o bolsillo, el tiempo juega en tu contra. Con frecuencia, los descuentos están sujetos a una determinada permanencia, tiempo durante el cual, muchas compañías maniobran de tal modo que, al final, pagar la factura por el importe contratado es casi una lotería.
Entre las múltiples situaciones que los usuarios acostumbramos a vivir está el hecho de que nos suban la tarifa del móvil sin tener muy claro a qué responde ese incremento. Dejando al margen la caducidad de las ofertas iniciales, esta práctica es bastante común y es aquí donde, como usuarios, nos planteamos el poner una reclamación. Pero ¿cuáles son los derechos del consumidor ante lo que muchos consideran un ‘atropello’ a su confianza y economía? ¿Ha llegado el momento de dar de baja la línea o existen otras fórmulas de defensa del consumidor? Un asesoramiento jurídico experto puede, no sólo salvarte de tener que pagar una factura con la que no estás de acuerdo, sino acompañarte en cualquier proceso de reclamación que emprendas.
Para sorpresa de muchos, la respuesta a esta pregunta es sí. Los operadores telefónicos están en su derecho para de cambios en la tarifa móvil aunque con matices. La normativa del sector ampara esta práctica siempre y cuando el operador en cuestión te avise con, al menos, un mes de antelación, informando además que, entre los derechos del consumidor, está el de resolver el contrato anticipadamente sin que ello conlleve penalización alguna.
Sin embargo, hecha la ley y hecha la trampa o, lo que es lo mismo, aunque estés en tu derecho de optar por un cambio de compañía móvil sin penalización por la subida de tu tarifa móvil, es posible que tu permanencia esté vinculada con la financiación de un móvil, seguro o similares. ¿Qué ocurre en estos casos? Pues que si, finalmente, vas en busca de una mejor tarifa móvil con el consecuente cambio de compañía, la empresa puede cobrarte lo que te quede de la financiación anticipadamente o seguir cobrándote los servicios accesorios contratados sin posibilidad de reclamación.
Es posible que la primera idea que cruce tu mente llegado el momento de pagar la factura con la temida subida de la tarifa móvil, sea emprender tu huida y dar de baja la línea. Pero, antes de tomar una decisión ‘en caliente’ o auspiciada por el descontento más absoluto, hay que estudiar todas las opciones y conocer los derechos del consumidor. El ‘recurso al pataleo’ o, lo que es lo mismo, mostrar tu descontento ante tu compañía de móvil en forma de reclamación telefónica puede surtir efecto. Seguramente, dado que el incremento de las tarifas móviles suele venir justificado con mejoras en los servicios, es posible que no puedas mantener tu tarifa anterior pero, en función de tus condiciones como cliente o, incluso, del operador en cuestión, antes de dejarte escapar, tal vez consigas un suculento descuento para evitar consumar tu amenaza de cambio de compañía móvil.
Sin embargo, esta reclamación ‘informal’ no siempre da resultado. ¿Qué hacer, entonces, para ejercer tus derechos como consumidor? La realidad es tozuda y las alternativas pasan por consumar tu baja del servicio o emprender acciones legales. En el primero de los escenarios, siempre que no tengas ‘servicios accesorios’ tales como terminales financiados o similares, podrás emprender el vuelo sin problema pero, en caso contrario, deberás cumplir con la penalización impuesta por la compañía móvil relativa a esos capítulos (nunca por permanencia en tarifa).
Si optas por el segundo de los escenarios posibles, contar con un abogado habituado a efectuar todo tipo de reclamaciones por telecomunicaciones, te será de gran ayuda. No obstante, has de saber que tienes, nuevamente, dos opciones: acudir a las juntas de arbitraje de consumo o a los tribunales. La primera es más rápida pero te impedirá cursar reclamación ante los tribunales en caso de que no te satisfaga el resultado. En el caso de decantarte por la vía judicial, puedes optar por un procedimiento verbal (sin abogados) aunque, teniendo en cuenta que la subida de las tarifas de móvil es legal, cualquier ayuda es poca para reclamar tus derechos como consumidor, entre otras cosas, porque ya existen sentencias que han abierto la puerta para reclamar con éxito a las operadoras de telefonía móvil en los tribunales.