¿Qué es un testamento vital y cómo hacerlo?

Seguro que has oído hablar en muchas ocasiones del testamento vital pero nunca te has informado a fondo sobre este documento tan importante. Y es que, bien sea por simple olvido o por una aprensión injustificada, solemos dejar de lado la tarea de poner por escrito nuestras últimas voluntades médicas. Si todavía no te has decidido a hacerlo, te contamos todo lo que necesitas saber para redactarlo correctamente.

De forma muy sencilla, podemos decir que el testamento vital es un documento en el que una persona decide, de forma anticipada, acerca de los tratamientos médicos que quiere o no recibir, así como del destino de su cuerpo y órganos en caso de fallecimiento.

El testamento vital es esencial para dejar constancia de nuestra voluntad de aceptar o rechazar determinados tratamientos médicos para aquellos casos en que no estemos conscientes en el momento de su aplicación o nuestra salud mental ya no nos permita decidir.

En este sentido, se trata de garantizar que vamos a recibir solo aquellos tratamientos con los que estemos conformes, al mismo tiempo que liberamos a nuestros familiares del peso de tomar decisiones por nosotros en situaciones tan difíciles.

Como decíamos, además de cuestiones terapéuticas, el testamento vital puede recoger nuestras últimas voluntades acerca de:

  • La donación de órganos (una especie de donación en vida)
  • Asistencia religiosa
  • Realización o no de autopsia
  • Incineración o entierro
  • Entre otros aspectos.

El testamento vital se reconoció legalmente en España a partir del año 2002, con la Ley de Autonomía del Paciente. En esta norma se regulaba el llamado “documento de instrucciones previas”, que no es sino el documento en que “una persona mayor de edad, capaz y libre, manifiesta anticipadamente su voluntad, con objeto de que ésta se cumpla en el momento en que llegue a situaciones en cuyas circunstancias no sea capaz de expresarlos personalmente, sobre los cuidados y el tratamiento de su salud o, una vez llegado el fallecimiento, sobre el destino de su cuerpo o de los órganos del mismo”.

Por tanto, para que este documento sea válido, debes cumplir los siguientes requisitos mínimos:

  • Ser mayor de edad.
  • Estar plenamente capacitado.
  • Otorgarlo libremente.

Además, como luego veremos, existen algunos requisitos adicionales en cuanto a la formalización e inscripción del documento, para asegurar su eficacia futura.

En cualquier caso, debes tener en cuenta que puedes modificar o revocar tu testamento vital en cualquier momento.

La redacción de un testamento vital no entraña mayor dificultad, aunque puede ser conveniente que cuentes con asesoramiento legal para garantizar que el documento se ajusta a lo que realmente quieres.

Puede haber muchos tipos de testamento vital, pero lo más importante es que recoja algunos elementos esenciales que no deberían faltar:

  • Identificación del otorgante.
  • Indicaciones detalladas sobre últimas voluntades médicas y demás instrucciones para el caso de fallecimiento.
  • Opcionalmente, puedes nombrar un representante que sirva de interlocutor con el equipo médico.
  • Lugar, fecha y firma.

Ten en cuenta que las diferentes comunidades autónomas han regulado este documento con distintas denominaciones: testamento vital, voluntades anticipadas, instrucciones previas o manifestaciones anticipadas de voluntad. Es conveniente que consultes la regulación de tu comunidad de residencia para asegurarte de cumplir con todos los requisitos legalmente exigidos.

Sin duda, la manera más habitual de formalizar el testamento vital es ante notario, aunque en determinados casos puede ser suficiente un documento privado firmado ante tres testigos. De nuevo, deberías consultar la legislación autonómica para cumplir con todos los requisitos.

Una vez formalizado el documento, debes inscribirlo en el registro oficial de testamentos vitales de tu comunidad autónoma. Además, es conveniente que entregues copias a tu representante y familiares cercanos, e incluso a tu centro sanitario habitual.

Como ves, redactar un testamento vital no es difícil y es la forma perfecta para asegurarte de recibir exactamente el tratamiento médico que deseas, llegado el caso.

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