No sabemos qué será pero una caída de agua siempre resulta un espectáculo hipnótico. Ya sean grandes cataratas o simples cascadas formadas por unas lluvias más abundantes de la cuenta, la contemplación del agua fluyendo y precipitándose para salvar desniveles es un fenómeno que consigue atrapar nuestra atención hasta dejarnos embobados. Sin embargo, cuando esas caídas se producen en grandes masas de agua formando impresionantes cataratas, el resultado nos deja extasiados.