¿Siempre has creído que las personas se dividen entre las que son de playa y las que prefieren la montaña? Sentimos decepcionarte, pero la clásica división de viajeros se ha quedado bastante corta con el paso del tiempo. El inagotable caudal de información que nos proporciona hoy la red permite que planifiquemos salidas más ajustadas a nuestros gustos. Hoy nos adentramos en cuatro tipos de turismo muy poco convencionales:
Este tipo de turismo se centra en lugares que han pasado a la cultura popular a través de cómics, películas, libros o discos. Algunos ejemplos son la estatua de Mazinger Z ubicada en una urbanización de Tarragona, el mítico paso de cebra donde The Beatles se fotografiaron para la portada del álbum Abbey Road y el andén nueve y tres cuartos de la estación londinense de Kings Cross.
Se trata, sin lugar a dudas, de una de las formas de viajar más peculiares que existen. Tomando como referencia que la Tierra está dividida por unas líneas imaginarias que conocemos como paralelos y meridianos, algunos aventureros tratan de visitar el mayor número de estas intersecciones. Nuestro planeta cuenta con 64.442 puntos así, de los cuales 21.541 están sobre tierra firme, 38.411 en el mar y 4.490 en los casquetes polares. Quienes viajan a ellos suelen documentar su hazaña con fotografías en las suelen aparecer sus receptores GPS, indispensables para situarse en el lugar correcto. Existe hasta una web,
Degree Confluence Project, que recopila las fotos de todas las intersecciones que ya han sido visitadas por alguno de sus colaboradores.
Visitar lugares abandonados es una forma de viajar que ha tomado mucha fuerza durante los últimos años, y es que para los aficionados de esta manera poco convencional de viajar, el halo de misterio que rodea a estos sitios puede llegar a ser excitante y estremecedor. Aunque en el pasado, estos lugares estaban llenos de vida, hoy son el espejismo de personas, historias y momentos que llaman la atención del más viajero más curioso.
En la actualidad existen varios blogs españoles cuyos responsables se dedican a visitar lugares completamente abandonados. Estaciones de ferrocarril, cines, hospitales o discotecas son algunos de los espacios en los que los viajeros se introducen en busca del encanto que desprenden los sitios que alguna vez estuvieron llenos de vida. Para conservar esta magia y alejarla de los vándalos y saqueadores, los aficionados a este tipo de expediciones casi nunca comparten la ubicación de las edificaciones en las que se adentran.
Cerrado por abandono es uno de los blogs centrados en este tipo de lugares.