Origen del dicho: “Martes 13,
ni te cases ni te embarques”

En múltiples culturas, especialmente en la latina, la superstición forma una parte fundamental de la sociedad llegando en algunos casos a generar fobias, como la trezidavomartifobia, o el miedo al número 13. La combinación con el martes resulta pues un augurio de mala suerte en España, Grecia y  Latinoamérica.

No es ajeno a muchos, el propio Ángel Nieto -mítico piloto de motos español- no duda en matizar cuando le recuerdan sus victorias que ganó 12+1 mundiales de motociclismo. Es complicado que encuentres una fila 13 en un avión. Las compañías aéreas lo descartaron porque entendían que siempre tendrían esa fila vacía. En hoteles y edificios altos de todo el mundo a menudo olvidan la mencionada cifra.

Origen del dicho: “Martes 13, ni te cases ni te embarques”

Sin embargo, al tratarse de un mito y no de un hecho contrastado, otros le dan la vuelta a la maldición y lo interpretan como un símbolo de buen augurio. Así, por ejemplo, en competiciones como el fútbol no es extraño ver a un portero luciendo el dorsal maldito.

Son múltiples las tradiciones que justifican la mala suerte de esta cifra. En la tradición cristiana se relaciona con la escena de la Última Cena de Jesuscristo, al que el invitado número 13 vendió por una bolsa de monedas. Por su lado, otras culturas como la nórdica, relacionaban a este número con Loki, el Dios bromista generalmente relacionado con la maldad. En el tarot, el número XIII simboliza la muerte.

A ello habría que sumarle los motivos que otros achacan a los martes como días de mala suerte. Así, por ejemplo la ciudad de Constantinopla cayó en un martes de 1543, y Marte se relacionaba con el diablo por alguna parte de la población. Cuenta la leyenda que fue en martes 13 cuando se produjo la confusión de las lenguas en la construcción de la Torre de Babel. Por contra, la cultura anglosajona relaciona este día con el viernes, el día que fue crucificado Jesús.

El refrán nace pues como una combinación de elementos que aconseja no emprender proyectos personales o laborales en un día como ese ya que puede atraer consigo que no alcancen los objetivos adecuados. Mito o creencia, lo cierto es que pocos se atreven a pasar por debajo de una escalera o a levantarse con el pie izquierdo en un día como éste.

En cualquier caso, esto solo es superstición y, si te lo propones, cualquier día es bueno para iniciar un proyecto e irse de viaje, para embarcarse en una aventura y dejarse llevar por las maravillas que esconde el mundo. ¿A qué esperas?

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