5 puentes en los que poner tu candado

En la última década se ha extendido la moda de anclar candados en puentes y otras estructuras de todo el mundo. Este símbolo de amor eterno, sin embargo, ha supuesto un peligro para muchas de estas estructuras que han comenzado a sucumbir bajo el peso de tanto “amor”, no obstante, os dejamos 5 ejemplos de estos puentes donde podéis sellar vuestro amor con un candado.

¿De dónde viene la moda de los candados en los puentes?

Desde que en el año 2006, el escritor Federico Moccia publicara “Tengo ganas de ti”, la segunda parte de su exitosa novela de romance adolescente “A tres metros sobre el cielo”, esta moda de los candados en los puentes no ha hecho otra cosa que crecer y crecer y es que en el citado libro, Step y Babi, sus protagonistas, sellan su amor anclando un candado en el Ponte Milvio de Roma y tirando la llave al Tiber, simbolizando así el amor inquebrantable.

Si bien este fenómeno literario (y posteriormente cinematográfico con versión italiana y española) ha sido el desencadenante de una moda a nivel mundial, lo cierto es que el origen de este símbolo de amor podría remontarse a un cuento serbio de la I Guerra Mundial. Esta otra obra cuenta la desdichada historia de amor entre una mujer de la pequeña localidad de Vrnjačka Banja, que muere de amor tras la ruptura de su amor con un soldado que se enamora de otra mujer durante la guerra. Según esta historia, las mujeres de la localidad empezaron a colgar candados con sus nombres y los de sus amantes en el puente donde la pareja se encontraba habitualmente.

Esta moda con un componente romántico tiene, sin embargo, un factor peligroso y es que ha hecho saltar las alarmas de algunas autoridades al ver que la cantidad de “amor” que cuelga sobre las estructuras de puentes, torres y demás elementos de sus ciudades han hecho que peligren estos elementos y en algunos casos las barandillas o farolas han acabado por ceder al peso de cientos o miles de candados. Esto ha hecho que algunos lugares hayan prohibido este gesto de amor considerándolo vandalismo.

Si esta moda se originó en este puente, qué menos que acudir al lugar original. Situado en el norte de la ciudad de Roma, fue construido originalmente por Nerón en el año 206 a.C., aunque posteriormente ha sido reconstruido y reformado en distintas ocasiones.
Situado sobre el canal Vodootvotny, en plena capital rusa, este puente cuenta con una serie de estructuras con forma de árboles metálicos repletos de candados del amor y que se han convertido en un punto de peregrinaje de las parejas recién casadas para colgar su propio candado y hacerse la foto de rigor. La de este puente ha sido una solución recurrente y estética a lo que en otros sitios ha supuesto un serio problema.
Lo que empezó en Europa ha cruzado todo tipo de fronteras y una ciudad romántica como Nueva York no podía ser menos. El paseo peatonal que cruza de Brooklyn a Manhattan por este puente tiene sus barandillas, farolas y demás elementos estructurales repletos de estos pequeños objetos metálicos, sin embargo, no es el único símbolo de amor que se ha puesto de moda anclar al puente, sino que cada vez más, podemos ver estas estructuras repletas también de auriculares, aunque no es el único objeto que podemos encontrar. Lazos, calcetines o incluso prendas íntimas están cada vez más presentes.
Puente de Hohenzollern en Colonia, Alemania

Desde el 2008, Alemania tampoco se ha podido resistir a esta moda tan cariñosa y el puente más famoso sobre el río Rin, a su paso por Colonia, una gran estructura metálica que prácticamente desemboca en la imponente catedral de la ciudad es uno de los más célebres para que las parejas sellen su amor con un candado con sus inciales. 

Este puente de 409 metros de largo también es uno de los mejores puntos de observación para admirar la ciudad y el río. 

Este moderno puente sobre el río Támesis, que conecta la Catedral de San Paul con la Tate Modern de la capital británica, representa un lugar ideal donde poder sellar el amor ya que su estructura permite la fácil colocación de estos símbolos y por la belleza del enclave. Sin embargo, cuando lleguemos, veremos que son escasos y es que son retirados frecuentemente para evitar que éstos dañen la estructura del puente.
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