Cinco lagos que parecen de ciencia ficción

La naturaleza nos sorprende constantemente con espectaculares formaciones, plantas o animales que desafían nuestra percepción de lo que es verdad o producto de nuestra imaginación. Hoy os mostramos 5 lagos que son auténticas obras de arte de la naturaleza que, gracias a sus condiciones extremas nos ofrecen un auténtico espectáculo para nuestros ojos.
Conocido como Lac Retba, esta masa de agua tiene una alta concentración salina, lo que permite una gran flotabilidad a quien se adentra en sus aguas. Sin embargo, esta salinidad elevada puede producir erupciones en la piel si la exposición es elevada. Su mayor peculiaridad, como su propio nombre indica, es el color rosa intenso que adquiere su superficie en la época seca debido a unas algas halófilas (que son capaces de vivir en ambientes salinos) que adquieren un color rojizo para captar la luz del sol que les permite realizar la fotosíntesis.
Lago Rosa

Este lugar, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, cuenta con dos records, el del lago de agua dulce más grande del mundo (31.494 km² ) y el más profundo con sus 1.680 metros. Se encuentra situado en la región rusa de Siberia y es bordeado por el famoso tren transiberiano que recorre Rusia de Este a Oeste. 

Sus aguas son tan transparentes que se llega a alcanzar con la vista a 20 metros de profundidad, lo que permite una visión clara de sus fondos, todo un espectáculo para la vista. Si además lo visitamos en invierno, podremos verlo helado, lo cual ofrece otra increíble experiencia visual gracias al contraste de colores blanco puro y, el turquesa y azul profundo. Una experiencia única, eso sí, un tanto gélida.

Lago baikal
Pasamos del frío al calor con este manantial de aguas termales situado en el Parque Nacional de Yellowstone. Rodeada de geiseres, fumarolas y demás fenómenos geotérmicos, esta increíble laguna de unos 90 metros de largo por 50 de profundidad presenta en su superfice la práctica totalidad de los colores del arcoíris, desde el azul profundo en su zona central hasta el rojo de sus orillas, pasando por turquesas, verdes, amarillos y naranjas. Esta gama cromática, que da nombre a la fuente, se debe a los diferentes minerales y colonias de bacterias termófilas que pueblan sus aguas. No podrás dejar de fotografiar esta maravilla de la naturaleza
Grand prismatic spring

Situado en el municipio de Yaiza, en la isla canaria de Lanzarote, esta pequeña laguna enclavada en el Parque Nacional de Timanfaya es también conocido como el Charco o Lago de los Clicos. El color verde de esta masa de agua salada que se encuentra ubicada en una playa de arena negra y a los pies de una colina de tonos negros y rojizos, se debe en parte al azufre volcánico de la zona y en parte a la población de un tipo de alga tolerante al agua salada.

Estas algas son fuente de alimentación para muchas aves acuáticas, lo que hace que la laguna sea frecuentada por una gran diversidad de aves marinas. Un raro espectáculo sin salir de nuestro país.

Charco Verde

Esta masa de agua salada sin salida al mar está situada en Tanzania, en la región del Gran Valle del Rift. Se trata de un entorno poco amigable ya que se trata de una zona volcánica situada a los pies del volcán Ol Doinyo Lengai, donde los compuestos químicos que expulsa la tierra hacen de la zona un lugar altamente inhóspito. Las aguas alcalinas de este lago son altamente cáusticas, lo que produce la muerte de muchos seres vivos que entran en contacto con ella. Existen muestras de animales petrificados debido a la acción de sus aguas. Solo se tiene constancia de que las habiten los flamencos rosados y un tipo de pez de la familia de los cichlidae. De hecho, el natrón, es un mineral que usaban los antiguos egipcios para embalsamar a las momias, por lo que el nombre del propio lago nos da una pista de lo poco amigable que resulta.

 Sin embargo, el hecho de que esta masa de agua concentre estos minerales, hace que proliferen un tipo de algas de pigmentación rojiza, como sucedía en el caso del Lago Rosa. La combinación de las algas y las caprichosas formas de cristalización de los diferentes materiales que se dan en sus aguas producen un admirable resultado, algo que puede acrecentarse si tenemos la suerte de verlo repleto de flamencos.

Lago Natrón
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