Guía para viajar a China

China es un país en constante evolución que no pierde de vista sus tradiciones milenarias. Podrás visitar la impresionante Gran Muralla, paisajes recónditos y templos llenos de historia, del mismo modo que ciudades como Pekín y Shanghái que hacen hueco a las últimas tecnologías. Vayas donde vayas, tendrás la oportunidad de descubrir su cultura y lo variada que es su gastronomía según el rincón del país que recorras.

En Allianz Assistance, queremos que puedas viajar a China con la protección adecuada, por lo que aquí te damos toda la información que está en nuestra mano para que los preparativos de tu viaje sean mucho más sencillos.

China es un destino para todo tipo de viajeros. Más allá de las grandes ciudades y su oferta turística, te animamos a explorar zonas montañosas y pueblos tranquilos. Sin duda, este país tiene mucho que ofrecer. 
La capital de China suele ser la primera parada de cualquier viajero, aunque simplemente sea por logística. Entre sus muchos puntos de interés, aquí podrás hacer una visita a la famosa Ciudad Prohibida, que fue hogar de emperadores durante más de 500 años, la histórica Plaza Tiananmen y el Templo del Cielo. Además, cerca de Pekín, podrás disfrutar de las vistas panorámicas y de una caminata por las secciones Badaling y Mutianyu de la Gran Muralla.
Shanghái es una de las ciudades favoritas de los viajeros, podrás pasear a lo largo del río Huangpu por el Bund para disfrutar de las impresionantes vistas del horizonte de la ciudad o entre rascacielos como la Shanghai Tower, el edificio más alto de China y el segundo del mundo. No te pierdas el Jardín Yuyuan en la parte antigua de la ciudad, lleno de estanques y puentes de piedra en los que se respira paz y tranquilidad. 
Todos hemos oído hablar de los guerreros de Xi’an y, en esta ciudad que fue antigua capital de varias dinastías chinas, es donde podrás ver en persona este increíble hallazgo designado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. La ciudad también fue el punto de partida de la Ruta de la Seda, conectando oriente con occidente durante siglos, y, quizá te sorprenda, por su herencia islámica cuenta con un barrio musulmán repleto de mercados y puestos de comida que es parada obligatoria.
Con solo echar un vistazo a una fotografía del Parque Nacional Forestal Zhangjiajie sabemos que este lugar te sonará de algo y es que sus curiosas formaciones rocosas inspiraron las montañas flotantes de la película Avatar. No te pierdas el Puente de Cristal que cruza el cañón, te aseguramos que es una experiencia única llena de adrenalina que merece la pena solo por las impresionantes vistas panorámicas que ofrece. 
Guía para organizar viaje a China y disfrutar de sus espectaculares templos

Antes de viajar a China, es importante que sepas cuáles son las condiciones que tienes que cumplir para cruzar la frontera del país. Empieza a tramitar la documentación necesaria lo antes posible, algunos trámites pueden llevar más tiempo de lo que esperas. Cada destino tiene sus propios requisitos, varían dependiendo de tu nacionalidad, pero como mínimo necesitarás un pasaporte válido y en vigor durante toda tu estancia.

Cuando llegues al control migratorio, ten a mano documentación adicional que confirmen tu estancia en China y el itinerario que vas a hacer estando allí. Ayudará a que el proceso sea más sencillo.  

El sistema sanitario en China ha mejorado considerablemente en las últimas décadas, aunque puede variar dependiendo de la región que vayas a visitar y cómo de cerca estés de grandes ciudades como Beijing, Shanghái o Cantón. Es recomendable que cuentes siempre con un seguro de viaje que te proteja si te enfermas o sufres una lesión que requiera atención médica. Si surgen ciertos imprevistos, tu póliza podrá cubrir los gastos médicos mientras te recuperas, además de traslados urgentes y repatriación. 

Revisa las condiciones y las exclusiones de cada plan de nuestros seguros de viaje a China para elegir la cobertura que mejor se adapte a tus planes. Una vez contratado, te aconsejamos llevar una copia física o digital contigo vayas donde vayas para que puedan atenderte tan rápido como sea posible.

China cuenta con una de las infraestructuras más avanzadas del mundo. Si planeas quedarte en grandes ciudades como Guangzhou y Shenzhen, el transporte público es muy asequible y está bien conectado para que llegues a los principales puntos turísticos en poco tiempo. Si no hablas chino, con la ayuda de una aplicación de traducción podrás moverte sin problema.

Si tu intención es visitar lugares más apartados, puedes alquilar un coche para explorar zonas con encanto como Guizhou. Para ello, necesitarás una licencia de conducir internacional y cumplir con ciertos requisitos. No es una opción que solamos recomendar a no ser que estés acostumbrado o acostumbrada a circular por el país, y entiendas bien el idioma, los conductores pueden ser algo impacientes.

Para distancias largas, lo más cómodo son los trenes de alta velocidad o vuelos internos. Podrás ir de norte a sur en pocas horas, muy conveniente para cubrir largas distancias como de Pekín a Chengdu o de Shanghái a Guangzhou, entre otras.  

China es un destino bastante seguro para los turistas, con tasas de criminalidad relativamente bajas, pero, como en cualquier parte, no está de más tomar ciertas precauciones. Lo primero es cuidar siempre de tus cosas, tenlas siempre a la vista en zonas concurridas como mercados, estaciones de tren o zonas turísticas. Sin embargo, hay cámaras de vigilancia por todas partes, se toman la seguridad muy en serio. También ten en cuenta que el país es propenso a sufrir terremotos y tifones, por lo que presta atención a las indicaciones locales.

La cultura china puede ser muy diferente a lo que estamos acostumbrados y acostumbradas, por lo que es importante mostrar respeto en todo momento, sobre todo hacia las personas mayores. Siempre es buena idea que antes de ir te familiarices con la cultura y las tradiciones, por ejemplo, hay que seguir ciertas normas de conducta en público y, si te ofrecen algo de comer, tienes que probar al menos un poco. 

En cualquier viaje pueden surgir imprevistos, y más en destinos como China solo por falta de conocimiento del idioma. Hay que estar preparado o preparada para solucionarlos lo antes posible y continuar con tu viaje sin complicaciones. A veces son cosas pequeñas, pero otras pueden cambiar por completo tus planes de viaje.

Una de las más comunes, es la pérdida de documentación importante como el pasaporte. Sea por descuido o por robo, tendrás que hacer algunos trámites para conseguir uno nuevo lo antes posible. También es frecuente que tu banco bloquee temporalmente tus tarjetas de crédito y débito por seguridad, hasta confirmar que eres tú quien hace las transacciones.

Otro imprevisto que, aunque a veces es impredecible, puedes solucionar, es necesitar atención médica. Las molestias gastrointestinales son bastante habituales entre los turistas que viajan a Asia, aunque también podrías sufrir una lesión. Ten a mano una copia de tu seguro de viaje para agilizar los trámites y, por si acaso, tener localizados los hospitales más cercanos.

En China, la comunidad LGBTIQ+ es un tema complejo y con matices que, a pesar de haber habido algunos avances, sigue habiendo normas sociales y políticas conservadoras. Pekín, Shanghái o Cantón serían las ciudades más inclusivas, incluso con eventos no oficiales para el Orgullo y empresas con políticas respetuosas con los empleados de la comunidad.

Para que te hagas una idea, la homosexualidad fue despenalizada en China en 1997 y, en 2001, retirada del catálogo de trastornos mentales. A medida que las plataformas de redes sociales han ido creciendo, la comunidad LGBTIQ+ ha encontrado una forma de mantenerse conectada y organizarse, así como han ido surgiendo figuras públicas.

China es un destino incomparable aunque puede ser algo complicado recorrerlo en solitario si no estás familiarizado o familiarizada con las costumbres locales y el idioma. A pesar de ello, la población china suele ser amable y estar dispuesta a ayudar a los turistas, especialmente si te ven viajando solo o sola.

En lo que respecta a la seguridad, bastará con que tomes precauciones básicas y evites zonas poco concurridas de noche. También es importante tener cuidado con los timos. Con un poco de atención, viajar en solitario por China puede ser todo una experiencia. Siempre puedes unirte a uno de los muchos tours que se organizan en el país para ir con otros viajeros.

China tiene mucho que ofrecer a familias con niños y niñas de todas las edades. La Gran Muralla y el Ejército de Terracota en Xi'an suelen ser paradas obligatorias para quienes prefieren un poco de aventura, además de poder visitar parques temáticos como Disneyland Shanghái o Chimelong Ocean Kingdom en Zhuhai.

También podéis divertiros en ciudades como Pekín o Chengdu, donde hay espectáculos de acrobacias y muchas otras actividades para hacer en familia. La gastronomía china es deliciosa, aunque es algo distinta en sabor e ingredientes a lo que los niños pueden estar acostumbrados, por lo que no está de más llevar algún snack hasta que vayan probando.

En China encontrarás todo tipo de alojamientos, incluso para grupos grandes equipadas con cunas, camas supletorias y otros básicos para los más pequeños por lo que no tendrás que preocuparte por nada. Si optas por hoteles, es fácil que encuentres habitaciones familiares o la opción de incluir camas supletorias para que estéis juntos. 

Atrévete a explorar lugares únicos como Shanghái o Chengdu, a visitar rincones naturales como el Parque Nacional Forestal Zhangjiajie u otros con mucha historia como el inicio de la Ruta de la Seda. Acuérdate de revisar toda la documentación que necesitas antes de llegar al país y de contratar un seguro de viaje a China que te proteja ante ciertos imprevistos. Teniendo en cuenta algunos detalles, ¡disfrutarás de una experiencia increíble!
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