Ventajas fiscales de contratar un seguro de impago del alquiler
Si eres propietario o propietaria de una vivienda para alquilar, probablemente ya sabes que un
seguro de impago de alquiler te da protección financiera si por algún motivo tus inquilinos dejan de pagar la mensualidad, pero ¿sabías que también puedes
ahorrar en tus impuestos? Si no sabes cómo, en Allianz Assistance te explicamos todas las ventajas para aprovecharlas.
Cómo te protege un seguro de impago del alquiler
Si ya has preparado tu vivienda para alquilar y tienes algunos potenciales inquilinos a la espera de firmar el contrato, tu aseguradora puede hacer un análisis de la solvencia para asegurarse de que todo esté en orden y reducir dentro de la medida de lo posible el riesgo de impago. Así, tendrás la seguridad de que estás dando alquilando tu segunda vivienda a personas que pueden afrontar los pagos sin problema.
Si a pesar de ello tus inquilinos dejaran de pagar, con tu seguro de impago de alquiler podrás seguir cobrando las rentas de alquiler durante un período de tiempo concreto, así como otros posibles gastos relacionados con la reclamación de la deuda o el desalojo de estos. Pero esto no queda aquí, seguros como el de Allianz Assistance también incluyen servicios adicionales como asesoría legal para resolver dudas sobre contratos de alquiler o resolver situaciones complicadas vinculadas a la actividad, entre muchos otros.
Ventajas fiscales del seguro de impago de alquiler
Además de la seguridad financiera que te da un seguro de impago de alquiler, la legislación fiscal española permite que el importe que pagas anualmente por este seguro sea deducible, eso sí, siempre que la vivienda esté destinada al alquiler. Esto significa que puedes restar hasta el 100% de la tarifa que pagas de los ingresos que recibas a través del alquiler de la propiedad. Ten en cuenta que el porcentaje puede ser diferente según la Comunidad Autónoma en la que se encuentre la vivienda.
Otras ventajas de alquilar tu vivienda
1. Intereses de préstamos
Si pides un préstamo para comprar o reformar una vivienda que vas a alquilar, los intereses que pagues por ese préstamo también los puedes deducir de los ingresos que obtienes. Esto implica que tu base imponible de la declaración de la renta (IRPF) se reducirá y, por tanto, pagarás menos impuestos ese año.
2. Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI)
Como propietario o propietaria de una vivienda, tienes la obligación de pagar anualmente el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), que varía según el valor catastral de la propiedad y el municipio en el que se encuentre. Gracias al seguro de impago de alquiler, puedes deducir este gasto en tus impuestos.
3. Gastos de la comunidad de propietarios
Los gastos relacionados con la comunidad de propietarios, como el mantenimiento de las áreas comunes, renovación de la fachada o cualquier mejora en el edificio que afecte a espacios comunes, también pueden deducirse. También se incluyen servicios externos como portería, limpieza, jardinería y seguridad, entre otros.
4. Gastos para formalizar el alquiler
Los gastos relacionados con la formalización del alquiler, como la redacción del contrato o la intervención del notario, son completamente deducibles de la renta. Esto también incluye los honorarios del gestor o abogado que contrates para encargarse de que los trámites se hagan correctamente y de acuerdo a la ley.
5. Mantenimiento de la vivienda
Todo lo que esté relacionado con la conservación de la vivienda, como la reparación de electrodomésticos, la pintura de paredes o la renovación de instalaciones, puedes deducirlo. Es importante que no confundas estos gastos con inversiones de mejora, como cocinas nuevas o reformas estructurales, estas se tramitan fiscalmente de otra forma.
6. Suministros básicos
Los gastos de electricidad, gas, agua y otros suministros relacionados con el uso de la vivienda son deducibles, siempre y cuando estén a tu cargo. Ten en cuenta que estos suministros tienen que estar claramente asociados a la propiedad de alquiler y que tú asumas directamente el pago. Guarda todos los recibos para justificar la deducción.
7. Tasas locales
Los impuestos o tasas locales relacionados con los servicios generales de la vivienda, como la recogida de basuras, el alcantarillado o el mantenimiento de las vías públicas, se pueden deducir una vez más si están a tu cargo. Recuerda que tienen que ser tú quien efectúe el pago y que tendrás que conservar los justificantes para aplicarlos a la declaración del IRPF.
Pasos para deducir el seguro de impago de alquiler
Para incluir la prima de tu seguro de impago de alquiler en tu declaración solo tendrás que seguir algunos pasos. Primero, tienes que contratar el seguro para la propiedad que vayas a alquilar, luego, tendrás que guardar el justificante de pago que te dé la aseguradora por si hubiese una inspección fiscal en el futuro.
Recuerda que tienes que contactar a la Agencia Tributaria para saber qué porcentaje de la prima puedes deducir teniendo en cuenta la Comunidad Autónoma en la que se encuentra la vivienda en alquiler. Para acabar, facilita toda la documentación necesaria a tu asesor fiscal para que pueda llevar a cabo el trámite.
¿Qué pasa si los inquilinos dejan de pagar el alquiler?
Si tus inquilinos dejan de pagar el alquiler, puedes deducir las cantidades como pérdidas en tu declaración de impuestos. Para hacerlo bien, tienes que seguir un proceso específico y cumplir con ciertos requisitos legales, por lo que es buena idea contar con el asesoramiento de especialistas en la materia.
1. Declarar la deuda
Si los inquilinos están en un concurso de acreedores, es decir, si están pasando por un proceso judicial porque no pueden pagar sus deudas, como propietario o propietaria tienes que registrarte como acreedor o acreedora en ese proceso. Así, se te reconoce oficialmente como una de las personas a las que el inquilino debe dinero.
2. Esperar 6 meses
Si no hay concurso de acreedores, puedes deducir los impagos en tu declaración de la renta una vez hayan transcurrido 6 meses desde la primera reclamación de impago que hagas a los inquilinos. Asegúrate de que esté bien documentada para tener prueba de que realmente intentaste cobrar la deuda. Este requisito demuestra que ha habido esfuerzo por tu parte para recuperar el dinero antes de que se considere como pérdida.
Ten en cuenta que si has empezado un proceso de desahucio porque los inquilinos no pagan, no tienes que esperar 6 meses para deducir los impagos. En este caso, puedes deducir los impagos directamente en el IRPF del mismo año en que inicias el procedimiento de desahucio.
3. Declaración retroactiva
Si como propietario o propietaria no has incluido las mensualidades no pagadas por inquilinos en tus impuestos de años anteriores, no te preocupes, tienes un plazo de hasta 4 años para corregirla. Esto significa que puedes presentar una autoliquidación complementaria para incluir las cantidades no reclamadas.
4. Ingresos recuperados
Si finalmente consigues recuperar el dinero que habías declarado como pérdidas en años anteriores porque los inquilinos no te pagaron, debes incluir esa cantidad como ingreso en la declaración de la renta del año en que recibas la cantidad. Dado que en su momento se trató como pérdidas, ahora tienes que declararlo para no tener problemas con la Agencia Tributaria.
Consejos extra para propietarios
Para que puedas aprovechar al máximo las ventajas fiscales de tu seguro de impago de alquiler, te recomendamos que sigas los consejos que te damos a continuación para que todo el proceso sea lo más fluido posible y evitar sorpresas cuando hagas la declaración del IRPF.
Recibe asesoramiento de profesionales
Cuenta con la ayuda de expertos en impuestos y gestión de propiedades para asegurarte de que cumples con las normativas fiscales en todo momento, así como sacar el máximo partido a las deducciones que puedes aplicar. Tendrás acceso a información precisa sobre las mejores prácticas para evitar errores que puedan costarte tanto tiempo como dinero.
Mantén actualizada la documentación
Guarda todas las facturas, los justificantes de pago y cualquier otro documento relacionado con los gastos deducibles, como el seguro de impago de alquiler. Tener esta información al día y bien organizada hará más fácil la gestión de tu renta y te protegerá si la Agencia Tributaria decide hacer una inspección fiscal.
Haz un seguimiento de los impagos
Registra cualquier problema que surja con los inquilinos, como las fechas en las que se produjo el impago, los mensajes que hayas enviado y las acciones que hayas tomado para reclamar el dinero. De esta forma, podrás agilizar el proceso y seguir aprovechando las deducciones fiscales en tu declaración de impuestos.
Seguros de impago de alquiler como el de Allianz Assistance, además de darte la tranquilidad y estabilidad económica que necesitas si surgen complicaciones con los inquilinos, también tienen grandes ventajas fiscales que puedes aprovechar como propietario/a de la vivienda. Con la asistencia de tu gestor, podrás sacar la máxima rentabilidad a tu propiedad en alquiler.
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