Tanto el seguro de alquiler de vivienda como el seguro de impago son pólizas diseñadas para proteger al propietario frente a los riesgos de un arrendamiento.
Como sabes, el alquiler de vivienda puede convertirse en una fuente de problemas para cualquier propietario. Desde una simple falta de pago hasta graves daños vandálicos en el piso, el abanico es realmente amplio.
De ahí que muchas veces el dueño se plantee hasta qué punto merece la pena arriesgarse con un arrendamiento y, en ocasiones, opte por dejar la vivienda vacía.
Sin embargo, aparte de tomar algunas precauciones básicas antes de firmar el contrato, dispones de estos dos seguros que te ayudarán a mitigar posibles problemas:
A continuación veremos con mayor detalle las diferencias que existen entre ambas pólizas.
Si analizamos detenidamente qué es y para qué sirve cada uno de estos seguros, podrás apreciar las diferencias de una forma muy clara:
El seguro de impago de alquiler cubre principalmente la falta de pago del importe de la renta por parte del inquilino. No obstante, las pólizas suelen incluir otras coberturas adicionales como las siguientes:
Como decíamos al principio, las dos pólizas coinciden en ofrecer cobertura al propietario frente a una serie de riesgos derivados del contrato de arrendamiento. Aunque estos riesgos sean distintos en cada caso, como has visto, ambas pueden proporcionar determinados servicios de asesoramiento o reclamaciones (sea o no su objetivo principal).
Dado que las principales coberturas de estos dos tipos de seguro de alquiler son diferentes, ambas pólizas son perfectamente compatibles.
Si quieres gozar de total tranquilidad durante el período de arrendamiento y proteger al máximo tu vivienda, te recomendamos que contrates las dos. El coste de estos seguros es realmente asequible y podrías amortizarlo con cualquier pequeña incidencia.
Ten en cuenta que, si no tienes seguro, una sola consulta de un abogado o el servicio de redacción de cualquier documento podrían suponerte un coste mayor que el de la póliza.
Hoy en día, el proceso de contratación del seguro de alquiler o del seguro de impago es realmente sencillo.
Tanto si lo haces a través de internet como por vía telefónica, el procedimiento suele ser bastante rápido. Como es lógico, si tienes a mano toda la documentación necesaria, los trámites serán mucho más ágiles.
Además de proporcionar todos los datos de la vivienda, fechas y condiciones del alquiler y coberturas deseadas, en el caso del seguro de impago, el trámite más importante será el estudio de viabilidad del inquilino. Con este documento, la compañía tratará de estimar la solvencia del futuro arrendatario y así definir el riesgo de impago.
En definitiva, las diferencias entre el seguro de alquiler y el de impago de alquiler convierten a estas pólizas en dos herramientas complementarias para ayudarte a minimizar los riesgos de un arrendamiento. Sin duda, son la mejor garantía de tranquilidad para cualquier propietario.